Orsoni 1888, un viaje cromático en Venecia

Artesanía

Orsoni 1888, un viaje cromático en Venecia

Los mosaicos de la marca italiana, hechos en pan de oro de 24 quilates y esmaltes, pueden admirarse en monumentos emblemáticos como la Sagrada Familia, la basílica de San Marcos o Westminster.

Una discreta puerta en un pasadizo de la Fondamenta de Cannaregio, el sestiere más grande de Venecia, da acceso al universo mágico de Orsoni. Uno de los lugares secretos más fascinantes de la ciudad donde se siguen elaborando artesanalmente las mismas técnicas bizantinas de mosaicos de pan de oro y esmaltes desde que, en 1888, Angelo Orsoni tomara las riendas de este horno histórico, el único autorizado actualmente a operar con fuego en la ciudad.    

Nacido en Murano a mediados del XIX, Orsoni se especializó en la fabricación de cristal y vidrio coloreado de la mano del gran maestro del mosaico Giandomenico Facchina. Visionario y emprendedor, saltó a la palestra en la Exposición Universal de París de 1889 con la presentación de su Pannello storico, un muestrario de mosaicos con una extensa gama de colores y tonos (conservado en el showroom de la Furnace), deslumbrando al público y a los artistas en un momento en que el estilo Liberty triunfaba y los mosaicos dejaban de ser un elemento exclusivo del arte sacro. Su éxito se tradujo en obras para El Hotel de Ville y La École de Beaux Arts de París o la Catedral de San Pablo en Londres, convirtiéndose en uno de los mosaiquistas más prestigiosos del mundo.  

Foto Estupa dorada en el Gran Palacio Real de Bangkok.
En la imagen superior, la Biblioteca de Color almacena todas las muestras que dan lugar a infinitas combinaciones cromáticas. Sobre estas líneas, miles de teselas de pan de oro decoran la estupa dorada en el Gran Palacio Real de Bangkok. 

Un arte milenario y minucioso transmitido durante cuatro generaciones que continúa con Riccardo Bisazza, perteneciente al Group TREND, empresa especializada en el mosaico artístico e industrial. Recorrer los diferentes espacios del taller es un salto al pasado que nos introduce en los entresijos de esta alquimia. “En el horno la densidad del vidrio es como la miel”, aclara Bisazza, y a través del fuego, la arcilla, la sosa y los óxidos se transforman en una obra de arte tras pasar por la prensa de cilindro giratoria, muy similar a la que inventó el mismo Angelo Orsoni para comprimir la pasta de vidrio incandescente y dar más uniformidad a la superficie del mosaico.

Tras enfriarse, cada pieza es cortada en teselas con maestría y precisión por las hábiles manos de los artesanos. Los micromosaicos, herederos de antiguas tradiciones artesanales a lo largo de los siglos simbolizan la máxima expresión de este arte. Requieren una precisión minuciosa pero una vez terminados se convierten en una obra de arte refinada comparable a una pintura. “Los esmaltes venecianos que producimos en nuestro horno en Venecia tienen el extraordinario poder de absorber y reflejar la luz y realzan cualquier superficie transformándola en una verdadera pieza de arte”, afirma el empresario. 

Foto tumba de Rudolf Nureyev en París
La Tumba de Rudolf Nureyev en París es una excelente muestra del delicado y minucioso trabajo de los artesanos de Orsoni. 

La fábrica alberga el escenario fascinante de la Biblioteca de Color. Un viaje cromático por un laberinto de librerías de madera que atesoran, como si fueran libros, más de 3.500 colores y matices de esmaltes de pasta de vidrio donde cada color tiene más de cien tonos y su código específico. Un lugar mágico que estimula los sentidos y desvela múltiples curiosidades, como que el color carne es el más difícil de conseguir ya que se necesitan 120 tonos. 

Orsoni es un maestro indiscutible en el tratamiento del mosaico con pan de oro. Guardados como un tesoro se encuentran sus preciados tonos dorados con números antiguos y su código secreto. Las gamas cromáticas de oro de color pueden alcanzar innumerables matices gracias a la habilidad de los artesanos del horno.

Entre ellos destaca el de San Marcos, utilizado para restaurar los mosaicos de la basílica con la técnica del sbruffo, el soplado manual del vidrio. El oro de Orsoni destella en los budas de Bangkok, la pagoda del palacio real de los reyes de Tailandia, en el kilim que cubre la escultura funeraria de Rudolf Nureyev en Sainte Geneviève des Bois en París (empleado por el bailarín en sus giras) y en la torre del Reloj Real de La Meca, donde se instalaron 40.000 m² de mosaicos de vidrio de los cuales 14.200 m² son de pan de oro, convirtiéndola en la mayor obra jamás realizada con este material.   

Foto Teselas de pan de oro
Hojas de pan de oro. Sus gamas cromáticas pueden alcanzar innumerables tonos gracias a la habilidad de los artesanos.

Orsoni se ha ganado la reputación made in Italy colaborando para firmas de alta costura y lujo creando piezas para Missoni, Bottega Veneta, Dolce & Gabbana, Dior y Cartier y para hoteles de lujo como el spa del Hotel Gritti de Venecia, la recepción del Hotel W La Palma de Dubai hasta el Museo de la Academia de Cine de Los Ángeles.   

Artistas, diseñadores y arquitectos de todo el mundo, desde Melbourne, Hawai, Nueva York, Alemania, Camboya a Hong Kong, codician la indiscutible calidad artesanal de sus estelas. Un arte que puede aprenderse en los talleres y clases magistrales.