La escritura manuscrita es un lujo cada vez más abandonado. Una práctica en desuso que evoca tiempos no tan lejanos, cuando la vida llevaba otro ritmo y las palabras escogidas aterrizaban con más fuerza en nuestra cabeza porque la voz del destinatario iba implícita en su caligrafía.
Escribir a mano proporciona un placer que ningún dispositivo electrónico puede igualar. Una tradición en la que Montblanc es todo un símbolo desde 1906, cuando el banquero Alfred Nehemias, el ingeniero August Eberstein y el comerciante de papel Claus Voss decidieron fabricar una pluma estilográfica con su propio depósito y que no tuviera fugas. Una innovación que, sumada a sus diseños, sus materiales y su conocimiento del gesto, han convertido a la manufactura alemana en referencia absoluta del universo de la escritura, además de sumar aventuras muy exitosas en otros territorios como la relojería, la joyería o la marroquinería.
Para Montblanc la escritura personal es un bien intransferible como sucede con la voz de los grandes autores. Por eso en sus Montblanc Writers Edition imprimen en sus piezas el ADN de algunos de los mejores escritores de la historia como Hemingway, Victor Hugo, Sir Arthur Conan Doyle… y en esta ocasión los hermanos Grimm.
Académicos, lexicógrafos, autores y filólogos alemanes, los Grimm recopilaron y publicaron historias del folclore a lo largo del siglo XIX y popularizaron cuentos orales como La Cenicienta, La Bella Durmiente, Caperucita Roja, Blancanieves… Una extensa colección que sería reunida años más tarde en Cuentos de la infancia y del hogar, publicada en dos volúmenes, uno en 1812 y el siguiente en 1815.
Su producción fue tan fértil que Montblanc les dedica cuatro nuevas ediciones limitadas inspiradas en Rapunzel, La Bella Durmiente, Hansel y Gretel y Blancanieves. Piezas que tienen algo en común todas ellas, y es la forma de un bastón de madera en referencia a la tradición de los cuentacuentos errantes que recorrían los pueblos narrando historias. “Su pasión por el lenguaje y la investigación de las raíces lingüísticas se refleja en la insólita forma del clip ya que, al ser visto desde delante, parece una raíz nudosa. Sin embargo, cuando se pone de lado, revela el perfil facial de los dos autores”, apuntan desde Montblanc.
El anillo del capuchón de cada pieza está grabada con ‘Es war einmal’ (“Había una vez”). Los plumines, con llamas, simbolizan el fuego en torno al cual se sentaban los niños para escuchar los cuentos y elemento central de muchas historias.También se incluye un cuaderno de piel de becerro decorado con una gran ilustración de la letra G con la tipografía de los libros de cuentos antiguos. Además, Montblanc ha creado una tinta de color verde oscuro inspirada en los bosques de los cuentos de los Grimm, un par de gemelos redondos y una pulsera de piel trenzada con el diseño del emblema Montblanc que acompaña los artículos de escritura.
La colección completa
- Homenaje a los hermanos Grimm Edición Limitada: dedicada a Rapunzel. Desde 905 euros el rollerball.
- Homenaje a los hermanos Grimm Edición Limitada 1812: se inspira en La Bella Durmiente. Desde 3.810 euros el rollerball.
- Homenaje a los hermanos Grimm Edición Limitada 86: basada en el cuento de Hansel y Gretel. Pluma estilográfica desde 40.700 euros.
- Homenaje a los hermanos Grimm Edición Limitada 8: cuenta la historia de Blancanieves. Pluma estilográfica a 178.000 euros.