Mantener la comida y las bebidas frías fuera de casa es un reto. La nevera portátil ha sido la solución los últimos 70 años, desde que se patentó en 1953 por el estadounidense Richard C. Laramy, pero tiene sus inconvenientes. La necesidad de hielo para mantener la temperatura, que además de reducir el espacio se acaba derritiendo, es uno de los más engorrosos. Las heladeras eléctricas perfeccionan el modelo de Laramy ya que pueden conectarse a la batería del coche y permiten aprovechar todo el espacio interior.
Pero ninguna presume de ser tan autónoma y sostenible como EverFrost, una nevera portátil que elimina la necesidad de hielo y de cables gracias a su batería extraíble de 299 Wh, que se puede recargar con energía solar. Su eficiente sistema de enfriamiento reduce la temperatura interior de 25°C a 0°C en sólo 30 minutos y dura hasta 42 horas con una carga completa.
Es la última incorporación de Anker, firma pionera en el desarrollo de cargadores de última generación para móviles y ordenadores. Ahora, el fabricante estadounidense aprovecha su experiencia en el sector tecnológico para revolucionar el mundo de los frigoríficos.
También puede utilizarse como congelador a temperaturas de entre 4°C y 20°C bajo cero. Una pequeña pantalla en la tapa permite seleccionar los grados exactos, algo que también se puede hacer desde la aplicación para móvil que ha creado Anker. Este nivel de precisión hace posible mantener los alimentos y las bebidas en perfectas condiciones. Además, la pantalla LED informa en tiempo real sobre la variación de la temperatura del interior, de tal forma que no es necesario abrirla para comprobar el estado de los productos.
El ruido que genera el motor se ha minimizado, por debajo de 42 dB. Su diseño con ruedas y la ubicación de la batería recuerdan a una autocaravana en tamaño mini.
Existen cuatro opciones para recargar la batería: se puede enchufar a la pared o al coche (100% de carga en cuatro horas), a un cable USB-C de 60 W (cinco horas) o a un panel solar de 100 W (tres horas y media). Para complementarla, la marca ofrece la opción de adquirir una batería adicional con la misma capacidad, duplicando así sus horas de uso. Al ser extraíble se puede convertir en una herramienta versátil para recargar teléfonos, portátiles o tabletas.
Está disponible en tres tamaños: 33, 43 o 53 litros (esta última permite dividir el interior en dos zonas, cuyas temperaturas se regulan de forma independiente), por un precio aproximado de 730, 770 y 869 euros respectivamente.
Aunque habrá que esperar a junio para su lanzamiento oficial, desde la página de Anker ya se pueden reservar y comprar de forma anticipada.