Tecnología

Gafas de realidad aumentada, la revolución digital llega al esquí

Su apariencia convencional esconde una pantalla transparente para ver la velocidad, altitud y ubicación exactas en tiempo real, entre otras funciones.

A diferencia de la realidad virtual, que crea un entorno inmersivo totalmente artificial, la realidad aumentada integra información digital con lo que percibimos de manera natural a través de nuestros sentidos. Esta tecnología, inimaginable hace medio siglo –las primeras menciones del término datan de la década de los años 90–, tiene hoy infinidad de aplicaciones comerciales, una de ellas en el automovilismo. Marcas como Audi, Mercedes-Benz, Jaguar Lamborghini incorporan en algunos de sus modelos la función HUD (head-up display en inglés), que proyecta información útil para el conductor como la velocidad o el nivel del depósito a través de una pantalla transparente en el parabrisas.

Este es sólo un ejemplo de las infinitas posibilidades que ofrece la realidad aumentada. Igualmente innovadoras son las gafas de nieve inteligentes que ha diseñado Rekkie, empresa estadounidense fundada tras la pandemia, que nació con el fin de elevar la experiencia del esquí y el snowboard a nuevos límites combinando estilo y tecnología punta.

Al igual que los HUD de los coches del futuro, las Rekkie Smart Snow Goggles proporcionan información adicional al esquiador sin obstaculizar su visión. Gracias a una pantalla transparente, y por medio de conexión Bluetooth, se puede acceder a todas las funciones del móvil vinculado sin quitarse los guantes ni sacarlo del bolsillo. Solo es necesario descargar la aplicación complementaria que la marca ha desarrollado en los dispositivos iPhone y Android.

En la imagen superior, las Smart Snow Goggles de Rekkie. Su diseño y tamaño es muy similar al de unas gafas de esquí convencionales. Sólo se diferencian por el HUD en la visera y el sistema electrónico del lateral. Sobre estas líneas, imagen simulando una proyección en la pantalla transparente. Indica la hora, el nivel de batería, la altitud y la velocidad a tiempo real, la distancia con otros amigos y brújula.

Una de las propiedades más notables que introduce es su brújula conectada. Esta función permite localizar a los amigos en la montaña y comprobar su distancia y dirección en tiempo real. Además, su ubicación se puede ver en un mapa detallado dentro de la app, en el que podemos programar y seguir rutas, algo que resulta especialmente útil cuando se viaja en grupo ya que no obliga a pararse en cada bajada para consultar el móvil. “Solía odiar andar a tientas con el móvil en un telesilla, intentando decidir si debía dejar que se me congelaran las manos o renunciar a quedar con un amigo que salía tarde del refugio. Peor aún, no soportaba perder el tiempo esperando a ver si el resto del grupo seguía bajando por la pista o ya había subido al telesilla. Creé Rekkie para resolver estos problemas”, explica Henry Pease, inventor de las gafas y cofundador.

La radio de 915 MHz integrada proporciona una conectividad adicional entre gafas con un alcance de unos 600 metros en zonas sin cobertura. Su batería de 15 horas de duración se recarga por cable USB-C.

Las lentes intercambiables son otra de sus grandes ventajas. Se ajustan en función de la luz y las condiciones de la nieve, y como se enganchan a la montura de las gafas de forma rápida y segura, se pueden cambiar sobre la marcha. Están disponibles en color oscuro para días soleados y en amarillo, naranja y rosa para días de menor visibilidad o ventisca.

En el lateral de la carcasa que guarda el sistema electrónico se encuentra un botón hecho de goma para activar el HUD, lo suficientemente grande para que sea fácil de usar con guantes o manoplas. Este funciona en combinación con tecnología motion-tracking, que permite seleccionar los elementos del menú de la interfaz con simples movimientos de cabeza para una navegación rápida y sencilla.

En el lateral de la carcasa que guarda el sistema electrónico se encuentra el botón que activa el HUD, lo suficientemente grande para poderse pulsar con guantes o manoplas. Su funcionamiento se coordina con el movimiento de la cabeza para una navegación rápida y sencilla entre los elementos del menú de la interfaz.

En cuanto a comodidad, una correa ajustable antideslizante facilita su uso con cascos de nieve; el acolchado de espuma altamente transpirable garantiza el máximo confort durante todo el día y su diseño robusto, resistente al agua y duradero las hace idóneas para las condiciones de montaña más duras.

Este accesorio es sólo un ejemplo más de la creciente integración de realidad aumentada en las diferentes actividades humanas y un paso adelante en la evolución del esquí. La compañía que lo ha desarrollado, fue fundada por un grupo de amigos unidos por su pasión por la montaña que se inspiraron en la tecnología HUD de los videojuegos: “En muchos videojuegos ver dónde están tus amigos es tan fácil como echar un vistazo a la brújula en la parte superior de la pantalla. ¿Por qué no poner esa pantalla en unas gafas de esquí? En ese momento nació la visión de Rekkie. Unas gafas hechas por esquiadores para esquiadores”, explican sus cofundadores Henry y Fletcher Pease.

Desde la firma creen que “las gafas de nieve inteligentes son la próxima revolución para mejorar la experiencia en las pistas”. Las Rekkie Smart Snow Goggles están disponibles por 320 euros en la página de Rekkie. De serie están equipadas con lentes oscuras para días de sol, pero se pueden adquirir en los otros colores por 30 euros cada una.