DORANTES HARNESS LANZA SU PRIMERA COLECCIÓN DE BOLSOS ARTESANALES 

Artesanía

DORANTES HARNESS LANZA SU PRIMERA COLECCIÓN DE BOLSOS ARTESANALES 

La prestigiosa guarnicionería de Lebrija (Sevilla), fundada por Francisco Dorantes en 1994, acaba de inaugurar una nueva tienda en la Real Casa de la Moneda de Sevilla. Todos los accesorios de piel se inspiran en el mundo del caballo.

En apenas 20 años, el taller de guarnicionería Dorantes Harness se ha posicionado entre los mejores del mundo en el arte de realizar objetos de cuero para caballerías, a la altura de Moirano (Italia), Van der Wiel (Bélgica) o Freedman (Canadá). Fundado en 1994 por Francisco Dorantes Caro en la localidad sevillana de Lebrija, cuna de carroceros, está especializado en la restauración y conservación de guarniciones históricas. “Empezamos haciendo monturas, después calzado a medida y, más tarde, con la compra de arneses, pasamos a la fabricación y restauración de guarniciones. Poco a poco entramos en el mundo del lujo y el coleccionismo a través de nuestros clientes más selectos”, comenta el propietario cuando se le pregunta por la evolución del negocio familiar.

Hijo de agricultores, nacido en Lebrija el 24 de agosto de 1976, a los diez años su padre le regaló una silla de montar. “Supongo que de ahí me viene la afición por los caballos”. Con los retales de cuero que le dejaba un artista bohemio amigo de la familia, el joven Francisco empezó a hacer sus primeras manualidades, como collares para perros o protectores ecuestres. Tras formarse como guarnicionero en El Cortijo del Cuarto (Sevilla), a los 18 años montó su primer taller, Guarnicionería Dorantes, hoy ubicado en una antigua casona de 800 m² que perteneció a sus abuelos. Mientras tanto, a sus conocimientos de zapatería a medida fue sumando estudios de carpintería y orfebrería, lo que ahora le permite combinar cuero y herrajes. No obstante, “mis mejores maestros han sido los libros”, afirma quien atesora más de 500 títulos, muchos de ellos comprados en subastas.

En la imagen superior, los tres socios que conforman Dorantes Harness. De izquierda a derecha, Blanca Oriol, Manuela Dorantes y Francisco Dorantes Caro. Sobre estas líneas, bolso modelo Tonneau, 580 €.

Ganadores del Premio Nacional de Artesanía 2015

La calidad de los materiales, el gusto por el detalle y el rigor histórico siempre han sido el santo y seña de Dorantes Harness (el nuevo nombre responde a la internacionalización de la firma), que en 2015 ganó el Premio Nacional de Artesanía. Entre su selecta clientela hay casas reales, estudios de Hollywood y firmas de lujo. En 2015 Patrimonio Nacional les encargó las guarniciones para las caballerías del Palacio Real y restaurar las del siglo XIX, un hito en la historia del taller. Anteriormente colaboraron en películas como La máscara de El Zorro (Antonio Banderas calzaba unas botas de la firma) o Gladiator. Más recientemente restauraron un “break largo” (carruaje de comienzos del siglo XX) perteneciente a Blanca Domecq Zurita, la matriarca de los Entrecanales, manteniendo su esencia histórica.

Inconformista y obsesionado con la excelencia, Francisco Dorantes siempre tuvo en mente diversificar el negocio, “hacer algo paralelo más vinculado a la moda”, animado además por clientes que le encargaban artículos de cuero como carteras, cinturones, neceseres y hasta asientos para los toros. “Soñaba con abrir una tienda en Sevilla, pero no acababa de encontrar el espacio adecuado”, explica el experto talabartero, que por fin ha visto cumplido su sueño: el cartel de Dorantes Harness cuelga desde primeros de abril en la fachada de la Real Casa de la Moneda de Sevilla. Un emblemático edificio del s. XVI donde se fundían el oro y la plata procedentes de las Indias para su transformación en marcos y doblones, recientemente reformado para albergar seis apartamentos turísticos de lujo en su interior, destinados a viajeros que buscan un ambiente exclusivo y totalmente integrado en la más pura tradición sevillana.

En esta nueva e ilusionante etapa de la firma se incorporan como socias de la tienda Manuela Dorantes y Blanca Oriol, hermana y antigua cliente del fundador, respectivamente. “Todos nuestros artículos proceden del taller de Lebrija, han sido realizados a mano con cuero de la más alta calidad y están inspirados en el universo del caballo”, explican en el acogedor espacio, que alberga un pequeño taller y está decorado con grabados antiguos, sombrereras y cestas de picnic restauradas. Los arquitectos José Joaquín de Bethencourt Bohórquez y Juan Bethencourt Gil-Delgado, del estudio B-Arquitectura, han adecuado el local manteniendo su esencia histórica y artística.

La última colección de la firma se inspira en los caballos. Bolso modelo Park Drag, 730 €.

Con 20 años de experiencia en la empresa, Manuela Dorantes (Sevilla, 1970), aporta su conocimiento y dedicación a la marca. Es el alma del proyecto. “El salto del taller a la tienda me emociona muchísimo. Estoy enamorada de mi trabajo”, afirma esta veterana profesional, que hasta ahora se encargaba de diseñar cada guarnición con la destreza de un sastre a medida: lo mismo cogía el ancho y largo de los caballos que revisaba el hebillaje. Por su parte, la empresaria Blanca “Chitina” Oriol (Sevilla, 1963), apasionada de los caballos desde niña, quedó cautivada por la excelencia del trabajo de Francisco Dorantes nada más conocerle.

Acudió al taller por un motivo muy especial: “Hace 30 años nos robaron las guarniciones de la familia; fue un palo horrible, porque yo me encargaba de custodiarlas. Hasta que un día me decidí a hacer unas nuevas y se las encargué a Fran. Nuestra conexión fue inmediata”, relata Oriol, que durante varios años estuvo al frente de Búcaro, la floristería familiar. En 2022, a Dorantes le ofrecieron un local comercial en la Real Casa de la Moneda y ella aceptó ser socia de la tienda. “Nos hace mucha ilusión trabajar en un lugar tan emblemático; a cada rato se escucha pasar a los peseteros, los coches de punto que transportan a los turistas”.

Bolsos con nombres de carruajes antiguos

El nuevo establecimiento se estrena con una colección de bolsos artesanales para el verano de 2023. Cada pieza está inspirada en el fascinante mundo del caballo y cuenta una historia propia: desde el modelo Violeta (así llamado por la hija de Fran), provisto de unas asas frontaleras que evocan las cabezadas de los equinos, hasta el modelo Park Drag, con detalles que replican el suelo de los antiguos carruajes. Los bautizados como Spider, Tilbury y Tonneau también hacen referencia a vehículos de época que han sido restaurados por Dorantes Harness. “Las cadenas de los bolsos son las que se usan en los bocados de los caballos (aguadero)”, explica Blanca, e incide en el lujo que supone adquirir una pieza que, por ejemplo, lleva cosida una hebilla del siglo XVIII comprada en subasta.

En su catálogo también se encuentran otros productos de curtiduría artesanales, como cinturones, cuadernos y pulseras. Sobre estas líneas, cinturón avellana pintado a mano y hebilla plateada. Talla 85.

Las pieles proceden únicamente de procesos sostenibles y son rigurosamente analizadas para asegurar su calidad. “Utilizamos métodos artesanales de curtición vegetal para lograr cueros que perduren en el tiempo y reduzcan el impacto en el medio ambiente. Estamos viendo cómo funciona esa piel, cómo envejece con esas heridas que se hacen más hondas con el transcurso de los años”, comenta Manuela. La pieza más exclusiva “aún no está a la venta”, advierten, pero de momento los precios oscilan entre los 80-90 euros de una cartera y los 600 de un bolso.

Si hubiera que escoger un momentazo de la apertura, las dos socias se quedan “con la cara de emoción de Fran cuando colgó el cartel de Dorantes Harness en la fachada”. Por cierto, “el jefe dice que hay que abrir en Madrid, Londres y Nueva York”. Tiempo al tiempo…